Cava Alta - Restaurante - San Lorenzo de El Escorial, Madrid

P. G.

Después de ver el Monasterio del Escorial, fuimos a comer a este restaurante. A la llegada pudimos tomar un par de cervezas al lado de una estufa y entrar en calor (con el frío que hacía fuera se agradece muchísimo). Después pasemos al comedor. Atención rápida y relación calidad precio muy buena. La tarta de queso de cabra es para repetir una y mil veces. Volvería sin dudar.

Juan A.

Actualizo la reseña: Se ha convertido en nuestro sitio de confianza, hemos probado reservando en la parte de arriba y sin reserva abajo. En las cenas, se llena bastante sin reserva así que recomendamos o ir pronto o reservar. Tienen diferentes menús entre arriba y abajo, pero en ambos casos está todo buenísimo.

Cenamos un viernes y habia buen ambiente. Por suerte no estaba lleno, aunque debian tener alguna celebración porque solo permitian estar en la parte de abajo y solo tapas, aunque el menú de tapas da para cenar o comer muy bien. Pedimos rollitos, croquetas de chipirones muy suaves, queso brie con mermelada, muy bueno y patatas revolconas con huevo y torreznos, que es lo que más nos gustó de todo. Quisimos probar muchas cosas, pero para la siguiente. Seguro que volveremos, esta cerca del centro y tiene una calidad muy superior a practicamente todos los más céntricos.

Cris G.

Muy buena experiencia. Buen vino. Muy amables y correctos. Fuimos con reserva previa. Buen lugar y buen ambiente. Pedimos para tres personas: paté de perdiz, croquetas trufadas, dos milhojas de rabo de toro, un solomillo de vaca a la milanesa, vino Rioja, tres postres. Precio aproximado: 50 euros por persona.

Rafael P.

Nos ha gustado mucho.
El comedor es bonito y acogedor, en general buena atención y la comida estaba muy buena. Muy buen sabor el hojaldre de rabo de toro y las revolconas.
Lo menos positivo en el apartado bebidas, no es muy amplia la gama de vermut que ofertan y otras bebidas de aperitivo, y si pides vino por copa solo hay D.O. Ribera del Duero para tinto.

Pablo R. M.

Sitio que te hace desear volver. La decoración ambientada en un hogar de campo y con detalles rurales te transporta a un sitio propio del siglo XIX. El servicio y los camareros están constantemente pendientes de cada uno de los comensales, con preguntas constantes sobre qué tal está todo y si se necesita algo más. Me gustaría recalcar el servicio tan amable que nos prestaron tanto Pedro como un camarero que no me se su nombre pero que llevaba un pendiente en una oreja de una pluma y que tenía pelo castaño claro. Nosotros de entrantes pedimos unas alcachofas confitadas (qué si nos ponemos muy detallistas no nos gustaron al cien por cien) con trocitos de jamón. Y luego, para mí lo mejor de la comida, que fueron las croquetas con salsa de trufa negra, un espectáculo de sabores. De principales pedimos una lasaña de rabo de toro y un entrecote de vaca madurada, ambos platos exquisitos. Todo esto contando que era día de reyes, con el restaurante lleno pero sirviendo con una rapidez increíble.

Yolanda R.

Primera visita a Cava Alta. El restaurante es muy bonito con diferentes estancias, muy agradables todas.
Tuvimos un poco de frío y un camarero muy solícito, nos subió la temperatura del aire.
La comida realmente buena, bien presentada y el servicio a muy buen ritmo, dejándonos cada plato (compartimos todo lo que pedimos) espaciado.
Me encantaría volver y seguir probando otras cosas de la carta.
Fantásticos el hojaldre de rabo de toro y las revolconas de batata.
Tengo que dejar una estrella menos porque el aguacate relleno de pulpo y langostinos (dejo foto) tiene tres langostinos y tres trozos de pulpo a 21'60€, lo cual es bastante excesivo.
Para la próxima también sería genial que tengáis bitter.

Santiago G. T.

Fuimos a pasar el día al Escorial y decidimos comer en Cava Alta porque habíamos visto que tenía buenas reseñas. ¡Cuál fue nuestra sorpresa! Hicimos la reserva de dos personas +1 carrito con bastante antelación y la metre nos puso en la planta de arriba. Tuvimos que subir el carrito a pulso, y creo que no gestionaron bien, habiendo mesas libres abajo. Además, nos interesamos por las tapas en barra, ya que así evitábamos tener que subir y bajar el carrito, y además era una buena opción, pero nos dijeron que solo se servían hasta las 2:30. Llegamos a las 2:15 y había una mesa alta disponible.

En general, la calidad de la comida es buena y está bastante rica, sobre todo las fabas y la carne madura. Y, por supuesto, el vino Legaris es siempre un acierto. El resto del personal fue bastante atento.

Felix V.

No decepciona nunca!! Quizá un pelín de más calorcillo en el salón no hubiera estado mal. Gracias Bea y Arancha por vuestro servicio, siempre pendientes de los comensales. Volveremos, ni es la primera ni la última.