APONIENTE - El Puerto de Sta María, Cádiz

Mihaela G.

Visitar Aponiente es más que una experiencia culinaria; es una inmersión en el universo marino bajo la mirada visionaria de Ángel León, el “Chef del Mar”. Desde el momento en que se cruzan las puertas del antiguo molino, uno siente que está a punto de embarcarse en un viaje que trasciende la gastronomía.

El entorno, ubicado en el Parque Natural Bahía de Cádiz, es un homenaje a la naturaleza y a la sostenibilidad. El edificio, restaurado con maestría, vibra con la energía del mar que lo rodea. La historia del lugar se percibe en cada piedra de sus muros y en el vaivén de las mareas que lo acarician, preparando al comensal para lo que será una experiencia única.

La propuesta de Aponiente es ambiciosa y revolucionaria. Cada plato es una oda al océano, y León, con su inquebrantable compromiso con la sostenibilidad, transforma ingredientes antes ignorados —como el fitoplancton o la Zostera marina— en auténticas joyas gastronómicas. Es un menú que no solo se degusta, sino que invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mar y el impacto de nuestras elecciones en el planeta.

Probé el menú degustación “Mar en Calma”, una travesía de 12 platos que me llevó desde las profundidades del océano hasta los límites de la creatividad culinaria. Platos como las quisquillas al natural y el pescado de estero preparado con técnicas ancestrales dejaron una huella imborrable. Cada bocado es una sinfonía de sabores, texturas y técnicas que celebran lo mejor del mar, mostrando respeto absoluto por el producto y una ejecución impecable.

El servicio es otro punto que merece elogios. Cada miembro del equipo de sala muestra un conocimiento profundo del menú y un entusiasmo contagioso por compartirlo. En mi caso, mis restricciones alimenticias fueron atendidas con una precisión y empatía admirables, lo que demuestra el nivel de atención al detalle que caracteriza a Aponiente.

En resumen, Aponiente es un lugar que redefine las expectativas de la alta cocina. Aquí, el mar no es solo un recurso, sino un aliado y un maestro. Ángel León ha logrado crear un espacio donde la gastronomía, la sostenibilidad y la innovación conviven en perfecta armonía, dejando al comensal con la certeza de haber sido parte de algo realmente especial. Una visita imprescindible para los amantes de la cocina con propósito y para quienes buscan una experiencia que conmueva tanto al paladar como al alma.

Jordi C.

El pasado sábado pudimos disfrutar junto a la tripulación que capitanea Angel León de un viaje lleno de sensaciones que empiezan nada más cruzar la puerta de Aponiente.

Desde el momento en el que te reciben, te das cuenta de la amabilidad, la simpatía y la profesionalidad de toda la plantilla.

Íbamos tres personas, una de ellas (por sus gustos culinarios) no estaba disfrutando mucho del menú. En el momento lo detectaron los camareros que nos estaban sirviendo, le ofrecieron una alternativa que se adaptará a sus gustos. Sin lugar a dudas un buen gesto, pues al ser un menú cerrado, no tenían obligación de hacerlo.

El menú es un recorrido por todos los sentidos, manteniendo un hilo conductor que marca el estilo de Angel.

Alvaro P.

Me esperaba algo mas. Los primeros platos muy bien pero los postres realmente no gustaron y los principales tampoco (excepto el plato de fondo puchero - era top). Luego habian platos excesivamente salados (la ostra con cremoso de plankton y el choco con coco y patata - quizas el plato que menos me ha gustado). El plato de botarga tenia un amargor que no nos convenció. Solo apunto lo que se puede mejorar - lo demas 10/10 y por eso mi nota es un 4/5. Si sirve de algo - eramos una mesa de 6 y todos estabamos de acuerdo.

Simplemente - en base al menu de hoy, yo cambiaria los postres, el choco, pondria algo mas de coccion caliente (bastante plato frio / crudo), bajaría puntos de sal, y pondria mas protagonistas (a veces los platos se perdian, no sabias que estabas comiendo y al final no se trata tanto de eso).

Comida 7/10 en base al precio pero ambiente y servicio top - super amables todos!

OMGS

Disfrutamos de una velada en agosto , fue un espectáculo a la altura de un 3 estrellas Michelin . El local ubicado está a las afueras de la ciudad , y nada más llegar resulta un poco extraño, pero es entrar por la puerta y disfrutar de la nave como si fuese una galería de arte , el equipo de sala es espectacular, conocen los platos y son totalmente profesionales con el ligero punto de cercanía que tanto gusta en muchas ocasiones . De los platos que hablar? Dignos de esas tres estrellas Michelin que lucen, todos los platos de 10.

- Bonito y cacao: Destacar la sencillez de este maravilloso plato DULCE , un bonito macerado en cacao más de 3 meses , lo sirven en forma de helado con unos crujiente de bonito seco. LOCURA

- Quisquilla marinada en manzanilla con una sopa de menta , pura delicia para el paladar.

- Tortitas de camarón: Un clásico de Ángel León de hecho es el único plato que repite todos los años, una obra maestra.

Por último dar las gracias a todo el equipo de Aponiente, tanto sala, cocina, bodega y recepción ha sido una experiencia sublime que ojalá podamos volvamos repetir algún día.

En estos casos si el máximo es un 10, habría que inventar el 11. 😜

• El ticket fue 356€ por persona.

Ana F.

Una experiencia única y especial, la labor de investigación y dedicación del chef se disfrutan en cada plato. Nos encantó la bienvenida con los aperitivos y la copa familiarizandote con el increible lugar, apreciamos la arquitectura, decoración, lluminación y menaje de todo el restaurante. Luego pasamos al comedor, donde disfrutamos de cada plato y el servicio fue muy amable, muy agradable tanto con las bebidas, con el pan, encargados… la estética y sabor de cada plato es increible, destaco las papas con choco, la matanza, la quisquilla con sopa de clorofila, los tendones y los muergos.

Como en un restaurante de tan alto prestigio le exiges el 100% dejo nuestros comentarios constructivos absolutamente.

Nos tocó una mesa al lado de un mueble donde el servicio cambiaba la cubertería en cada plato, pero allí se reunían a hacer comentarios personales, estábamos muy muy cerca y nos pareció poco profesional. En uno de los platos mi marido fue a meter la cuchara y tocó ligeramente la salsa y se encontró que más arriba la cuchara estaba sucia, se lo comentó a una chica que amablemente pidió disculpas y la cambió. Oimos cómo se lo comunicaba a la encargada de repasar los cubiertos, que, lo negó diciendo que era imposible y que lo habríamos manchado de otra cosa, nos resultó incómodo, nuevamente, porque estábamos a su lado y oímos cada comentario del personal.

El tema del agua, en un restaurante de esta categoría cobrar 7 euros por dos vasos de agua, en mi opinión, resta elegancia.

Nos ofrecieron café de especialidad, preferimos pedir café con leche normal, pero mi marido lo quiso además con hielo, que no le servieron porque el café si lo querías con hielo tenía que trabajarse desde una de las especialidades. Mmmm, regular.

Solo son detalles que dejo para que, si lo consideran oportuno se mejore.

Salimos muy contentos de allí, fueron muy muy amables con nosotros, y la combinación de toda la experiencia resultó ser INOLVIDABLE, recomendamos y repetiríamos sin duda.

Gracias a todo el equipo de Aponiente por la maravillosa velada de anoche

Alexia R.

Una experiencia 360, difícil expresar con palabras. Vale mucho la pena conocer las maravillas que prepara Angel León, cada plato sorprende más que el otro.
La única pega sería que van demasiado rápido entre plato y plato, y me hubiera gustado saber más sobre las preparaciones. Pero sin duda el próximo año volveremos.

Juan V.

Experiencia inolvidable. Ha sido el mejor restaurante al que ido, ha sido un espectáculo. De la comida no puedo decir nada más que gracias, se merece cada 🌟. Os dejo unas fotillos que solo pueden dar una pincelada de lo que es pero eso hay que vivirlo. Intentaré regresar el año que viene. Juanlu el camarero de otro planeta, menudo espectaculo nos dió, no solo sabe los que dice , te hace pasar un rato inolvidable, GRACIAS. Por poner un pero... al café... a los que somos cafeteros nos gusta el café café... no cosas con adjetivos, pero nada que objetar... ha sido una experiencia de otro planeta

Raquel A.

Cenamos en Aponiente, el menú es una muestra estupenda de creatividad e imaginación. Los platos se nutren de la cultura y gastronomía gaditana, todo versa en el mar y sus productos. Pone en valor la riqueza marina y dibuja un recorrido extraordinario que configura una experiencia extraordinaria. Lo único es la velocidad vertiginosa a la que marcha la cena, el servido es demasiado rápido, es difícil relajarse ya que los pases se suceden a una gran velocidad. Más allá de coordinar la disposición de los platos, encontramos un ritmo demasiado acelerado que no deja disfrutar del todo de tan magnífica experiencia/